Los vehículos eléctricos son útiles para el medio ambiente porque no emiten tantas emisiones nocivas como los vehículos normales, además de ayudar a proteger el clima y reducir el consumo total de petróleo. Otra ventaja de los vehículos eléctricos es que ahorran costes de combustible a los automovilistas.
Aunque los vehículos eléctricos emiten gases de efecto invernadero, no emiten tantos como los vehículos que funcionan exclusivamente con gasolina cuando se cargan en la red eléctrica. La cantidad de emisiones que emite un vehículo eléctrico depende de la mezcla de fuentes de energía que se canalizan a través de la red eléctrica de una zona.
En 2014, la Unión de Científicos Preocupados informó de que el conductor de un vehículo eléctrico podría ahorrar unos $13.000 en el coste del combustible, además de utilizar menos de unos 6.100 galones de gasolina a lo largo de la vida de un vehículo eléctrico, en comparación con un coche compacto. Los conductores de coches eléctricos también pueden recorrer distancias más largas que los conductores de vehículos propulsados únicamente por gasolina.
Cuando los combustibles que no emiten emisiones, como el viento y el sol, se utilizan para propulsar vehículos eléctricos, su impacto negativo en el calentamiento global y la salud pública es mínimo. La cantidad de emisiones que emite un vehículo eléctrico depende de dónde viva el conductor y de cómo se comparen las emisiones de los vehículos eléctricos con las de los vehículos híbridos en esa zona concreta.